El e-commerce ha favorecido que puedas disponer de tiendas virtuales disponibles las 24 horas del día. Los hay que todavía ven algo entrañable y los que contemplan como algo adictivo, devastador y a la vez encantador eso de ir de tiendas a comprar. Poder tocar los objetos con las manos, coger uno y otro y otro, para al final descartarlos todos y volver a casa y reepensarte cual de los cinco o seis te convenía más. Pero estos casos son los minoritarios. La gran mayoría nos hemos sumergido en la gran vorágine que supone el control absoluto de las compras por Internet. Con unos pocos clips, lo tienes todo y en la mayoría de casos incluidos envíos gratuitos. La fibra óptica ya es el tercer paso, para los que realizan multitarea, entre ellas comprar tanto lo necesario como lo superfluo.
Y vamos a mostraros algunos datos que ejemplifican muy bien cómo desde el siglo XIX en el que se produjese la Revolución Industrial, el e-commerce supone el mayor salto cuantitativo y cualitativo en lo que a índice de impacto se refiere.
En Reino Unido se registra un aumento descabellado de los ingresos originados por compras cibernéticas y se llegaron a registrar unas cifras espectaculares de 107.000 millones de euros. España aún se encuentra a la cola con unos 14.000 millones facturados frente a sus vecinos europeos, pero aún así en los últimos años se ha notado una gran subida.
Las cuatro fechas en las que se dispara el e-commerce con el famoso Black Friday, que hace tan solo unos cuantos años era un gran desconocido pero que ha calado profundamente en todos los sectores comerciales y en público. Después destacan los días previos a Navidad, el Día de Reeyes y por supuesto las grandes rebajas de comienzos de año.
El 20% del comercio electrónico europeo que se produce en Internet se encuentra absorbido por Estados Unidos según el The Boston Consulting Group (BCG). Sus únicos competidores en la actualidad serían Reino Unido y Alemania. Aunque países como Italia, Portugal y Francia se encuentran a la cola, se vaticina que tienen un gran potencial para convertirse en mercados rentables en un futuro no muy lejano.