Es un hecho que durante los últimos años, los dispositivos móviles han tenido un desarrollo bestial en muy poco espacio de tiempo, llegando a ser un imprescindible en la mayoría de hogares. La facilidad para acceder a internet y su sencillo manejo hacen que el espectro de edad se haya visto incrementado, usado tanto por jóvenes como por mayores.
No cabe duda que el punto de partida de este crecimiento fue la conexión a internet. A partir de entonces, el móvil se convirtió no solo en un mecanismo de comunicación entre personas, sino una herramienta más de trabajo. La facilidad de poder hacer cualquier operación personal o profesional con un aparato que cabe en el bolsillo sin tener que recurrir a un ordenador ha transformado no solo la tecnología, sino el estilo y ritmo de vida de todo el mundo.
Los datos lo dejan muy claro. Durante 2008, 800 millones de personas estrenaron un smartphone, algo que también dice mucho de todo lo que controla esta industria. Además, el 79% de la población prescinde de su móvil solo durante dos horas al día, dando cuenta de la dependencia que ha creado este instrumento.
Ya es un hecho que, poco a poco, los dispositivos móviles están desbancando a los formatos físicos por su practicidad y precio. Así, los estudios demuestran que la mayoría de conexiones a internet se producen ya a través de estos dispositivos, repercutiendo directamente en la publicidad y en la forma en la que medios y comercios venden sus productos.